La uva verdejo es la uva blanca que se cultiva en algunas regiones de España y que da lugar a los mejores vinos blancos con denominación de origen. Se trata de un producto logrado a través de un cruce entre la uva castellana blanca y la traminer.
Aunque su cultivo se extiende en varias Comunidades Autónomas, la de Castilla y León es la que más produce este tipo de uva. Te explicamos sus características.
En cuanto a la morfología de la uva verdejo, esta se caracteriza por tener granos y racimos de un tamaño más bien pequeño (comparados con otras variedades más oscuras), que adquiere una tonalidad amarillenta cuando madura. Su piel es tersa y gruesa y tiene unas pepitas grandes que se ven al trasluz, debido a la tenue transparencia de su carne.
El cultivo de esta variedad puede hacerse sin problema en los climas secos, incluso en tierras poco fértiles, aunque la producción puede considerarse como media, se trata de uno de los cultivos más importantes y característicos de España.
Como curiosidad, es recomendable que la uva verdejo se recolecte por la noche, por una sencilla razón: para que llegue directamente a las bodegas a una temperatura idónea, es decir, entre 10 y 15 grados centígrados. Esto permite que el mosto se oxide menos y no se oscurezca, lo que estropearía la calidad y las características del vino que se elabore con ellas.
Con respecto a su poda, los expertos apuestan por una mixta y larga, ya que han demostrado que es el sistema que asegura un rendimiento más satisfactorio y que mejor se adapta a las características del racimo. Sin embargo, desde siempre, ha sido muy común el uso de podas cortas con resultados más que favorables, aunque no tan buenos como los de la poda larga.
De esta uva salen vinos jóvenes, que se caracterizan por tener un color amarillo verdoso pálido y un toque en el paladar fresco y equilibrado. Normalmente, los caldos verdejos tienen un nivel de alcohol medio, y suscitan un sabor un poco ácido (entre medio y alto) y afrutado, con toques suaves y sabrosos, cierto cariz aromático salpicado con un toque amargo.
Con respecto al aroma, los vinos de verdejo se caracterizan por tener matices herbáceos, siendo muy intensos e inconfundibles, ya que sugiere una fina mezcla de olores de flores blancas con tonos amargos.
Actualmente, además de los vinos jóvenes, este tipo de uvas se utilizan para elaborar crianzas y una variedad espumosa, ya que su estructura permite la fermentación y la crianza en barricas. De hecho, los vinos verdejos se pueden diferenciar en dos grupos, según si han envejecido o no en barrica.
Los del primer grupo se caracterizan por tener mucho más cuerpo, una textura más cremosa y cierto cariz a frutos secos y miel. Te recomendamos saborearlo con un aperitivo que no enmascare su sabor.
Por contra, los que no han envejecido en barrica son vinos con marcados aromas cítricos, a hierbas y frutas, mucho más frescos y más apropiados para macerar comidas copiosas.
El maridaje es uno de los grandes secretos del éxito de este vino, gracias a su gran versatilidad sirve como acompañante perfecto para diferentes platos y es un ingrediente que no debe faltar como acompañamiento de un buen aperitivo. La clave de este «matrimonio» está en el sabor ácido y amargo del verdejo que neutraliza el paladar y hace que el siguiente bocado llegue en toda su plenitud. Puedes buscar maridajes indiscutibles con todo tipo de mariscos y atreverte si disfrutas el picante y las especias y muy útil en comidas asiáticas o mexicanas.
¿Preparado para probarlos? Te conquistarán.
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