¿Qué son los taninos del vino?

Si te gusta disfrutar de una buena copa, seguro que más de una vez has buscado información o preguntado a expertos sobre las características de una determinada botella de vino. Un elemento fundamental para definirlas es el relacionado con los taninos del vino, un concepto del que cada vez se habla más, pero que muchas personas desconocen qué significa realmente.

¿Qué son los taninos?

Los taninos proporcionan color y estructura a un vino. Nosotros los notamos en la boca porque nos dan sensaciones táctiles, como la suavidad.

Se trata de sustancias químicas naturales que contienen polifenol, un compuesto que incluye elementos tan importantes para un vino como los responsables del color.

¿De dónde provienen?

Los taninos se encuentran en la piel de las uvas que se usan para la elaboración de los vinos. Las variedades como el Cabernet Sauvignon tienen una piel más gruesa y, por lo tanto, contienen más taninos.

La cantidad de estos elementos presente en las uvas también viene determinada por la cosecha, ya que en los años más secos los granos desarrollan más piel y, por lo tanto, tienen una mayor proporción de taninos.

Las pepitas y los tallos de la vid también contienen estos elementos. Por lo tanto, el jugo de la uva también está en contacto con ellos durante todo el proceso de prensado.

También hay que tener en cuenta que la madera es otra fuente de taninos, especialmente la de roble. Por lo tanto, la crianza en barricas de este material hace que se disuelvan en el vino.

La astringencia de los taninos

Podemos percibir fácilmente los taninos por la sensación áspera que percibimos en boca, especialmente en la lengua y encías. Esto se hace especialmente patente en los vinos con gran cantidad de taninos robustos.

El tacto en el paladar de un vino con estas características es áspero, astringente y especialmente seco. Para hacernos una idea, podemos equiparar el tacto en boca de un tanino con del té negro sin azúcar.

Tipos de taninos

Para conocer y analizar los diferentes tipos de taninos del vino, debemos tenerlo en boca durante unos quince segundos. Las sensaciones percibidas nos permitirán saber ante qué variedad nos encontramos y, por lo tanto, las posibilidades de evolución de un vino.

  1. Los taninos dulces y aterciopelados nos dejan una sensación leve de sequedad en las encías y nos indican que el vino ya está preparado para su consumo.
  2. Los taninos duros nos dejan, en cambio, la boca muchos más seca, hasta el punto de que nos puede costar recuperar la salivación.
  3. Los taninos sedosos son los que dejan el paladar jugoso y nos dicen que el vino puede guardarse sin problema porque no ha adquirido su madurez.

El vino tinto

Los vinos tintos son los más tánicos. Es decir, contienen una gran cantidad de taninos. Los podemos notar fácilmente en su color  y estructura, además de en su aspereza o suavidad en boca.

Como conclusión, te decimos que los diferentes tipos de vino tinto se distinguen especialmente por la cantidad de taninos que poseen, lo que se relaciona directamente con el tipo de uva empleado en su elaboración.

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