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¿Qué aporta la madera al vino?
Uno de los grandes protagonistas en la crianza de un vino es, sin lugar a dudas, la madera. Si bien en un principio se utilizaba con el simple objetivo de almacenar los caldos, con el tiempo se descubrió su influencia en la crianza de los vinos, ya que, al tratarse de un «material vivo», transmitía sus cualidades al vino, potenciando sus características y aportando distintos matices en las propiedades organolépticas. ¿En qué aspectos concretos influye la madera al vino? Sabor Es evidente que la madera aporta matices al sabor final del vino, así como más cuerpo e intensidad. El resultado depende del tiempo que haya pasado el vino en contacto con la madera (a más tiempo, más intensidad). Así, a partir de seis meses de crianza puedes obtener sabores que recuerdan a la vainilla y caramelo. Olor Además del propio olor de la madera, la crianza en barricas aporta al vino aromas de tostados o especias. Entre los olores más característicos que se obtienen, se encuentran los que recuerdan a la vainilla o al regaliz, e incluso al café, chocolate o caramelo. Color La madera hace que el color del vino luzca más intenso, tanto en el vinos blancos como tintos. Esto se debe a la reacción